lunes, 12 de enero de 2009

Vuelvo a la humedad para que me mate antes que tu impiedad, cambio de ciudad y en el puente pierdo otra oportunidad. Sé que vuelvo sin palabras, traigo el gusto del encierro de un hotel, un idiota divertido con el don de haber perdido mucho más...
Salgo a caminar para que la niebla me haga niebla, salto un pozo más y en el barro pierdo mi vanidad.
Quiero las ventanas claras, quiero el viento de la tarde en Shangrilá y en las noches de verano quiero Cabernet y brindar y reír.
Sólo la avenida desierta al final del día, sólo la avenida desierta, ya estarás dormido...